Muy cerca la noche y el paisaje empieza a tornarse oscuro.
La calle que corona El Carmelo, la carrera Bolívar, desde el extremo de la Partida de Peque, donde empieza el barrio El Requintadero y la cuesta se pronuncia.
La imagen capta un aspecto de la llamada Manga de Los Ciros.
La montaña se empina para tratar de alcanzar el Alto.
Los niños arriba en la Partida de Peque y en El Requintadero, un momento de alegría en la tarde que ve llegar la noche.
Ituango empieza a asomarse en el paisaje.
Una panorámica un poco más amplia del pueblo. El atardecer le da un aire de nostalgia a la fotografía.
Desde otro costado, la imagen de la cabecera municipal de Ituango, que se centra en El Carmelo y la Partida de Peque.
Al fondo, imponente, el Cerro de Umagá. Más cerca el paisaje de montañas agrestes.
Cultivos, pendientes, rasgos de erosión, todo reunido en esta imagen.
Otro costado para ver a Ituango.
La planta de tratamiento del acueducto de Ituango, arriba en la Partida de Peque.
En los lugares altos del municipio, la presencia de antenas de comunicación ya hacen parte del paisaje.
La Montañita, casi en el extremo, próxima a empezar la descolgada para caer a la carretera de La Hundida, Guacharaquero, Palo Blanco y El Tinto.
Una imagen de la carretera que va a El Tinto, Palo Blanco, La Hundida y Guacharaquero.
Hermosa impresión en el atardecer ituanguino, con vista hacia Palo Blanco y las montañas que tutelan a Santa Ana.
Desde Arriba, la carrera Bolívar, tutela El Carmelo.
En toda la esquina de la Partida de Peque, en el extremo de la carrera Bolívar, se ven la planta de tratamiento del acueducto y el comienzo del sector de El Requintadero.
Montañas y techos, cables y postes. Afortunada reunión de elementos.
Desde aquí la Partida de Peque, los techos, las casas, la vegetación y una imagen de la Virgen forman el conjunto.
Otra antena de comunicación, imagen habitual en este sector de nuestro pueblo.
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