domingo, 23 de agosto de 2009

UN BRINDIS POR ITUANGO DESDE ESPAÑA


NOS LLEGÓ AL CORREO ESTE SENTIDO Y ESPECIAL MENSAJE DE NUESTRA PAISANA ANA ISABEL BARRERA OSORIO, QUE COMPARTIMOS:

Hola:

Cuando se nace en un lugar, uno nunca se va del todo de allí, simplemente, las etapas de la vida, las elecciones o circunstancias cambian de geografía. Y cuando se nace y se viven los primeros años, los de la infancia, jamás aquel origen se olvidará, por mucho que los avatares de la existencia lleven a otros destinos. La tierra donde pasamos la infancia, y mucho más si esta fue feliz, nos marcará eternamente, a pesar de ausencias y silencios, aunque los habitantes y las calles cambien de nombre o de recorrido, aun cuando la vida nos oriente a sendas queridas o muchas veces insospechadas.

El lugar donde nacimos y vivimos la niñez siempre estará rodeado de recuerdo, de nostalgia, de poesía, de ilusión. Y en tus sueños, buena parte tendrá que ver con lo que tu pueblo, el que te fundó, un día forjó en tu corazón.

Podemos irnos del pueblo pero siempre permanecerá en nuestra mente el escenario de la infancia. El mundo siempre será ancho y ajeno como dijo alguien, pero el pueblo, como tus padres y tu familia, los seres con quienes compartiste, irán con vos a cualquier extremo del mundo, formarán parte de tu historia personal, la misma que al igual que la de los pueblos, tiene como ley natural la del cambio. Y aunque la presencia no dé cuenta de este pensar, si bien todo puede morir físicamente, personas y lugares, mientras la memoria afectiva sea latente, ni las personas ni los pueblos morirán.

¡FELICITACIONES AL PUEBLO DE MI INFANCIA Y UN BRINDIS POR SU CUMPLEAÑOS, ESPERANDO UN DESTINO MÁS JUSTO PARA SUS HABITANTES!


Un abrazo,


Ana Isabel Barrera Osorio - España".

1 comentario:

Biblioteca Escolar Adolfo Naranjo Giraldo dijo...

Qué lindo tu escrito Ana. Es sentido y especialmente vivido por muchas y muchos de nosotros los Ituanguinos.

Gracias por escribir lo que depronto hemos querido decir y no lo hemos publicado.

Me uno a ese amor y a ese sentimiento, aunque cuando uno vuelve a vivir a Ituango se siente tan extraño. Yo, lo estoy experimentando en carne propia, aunque conservo la esperanza de volver a vivir y a vibrar por y con Ituango.

Es necesario rememorar lo que aquí vivimos antes y comenzar a sentir que lo propio no se hurta.