PALABRAS DE HÉCTOR EVELIO ZAPATA YEPES EN LA POSESIÓN DEL ALCALDE CARLOS MARIO GALLO MACHADO

El pasado 31 de diciembre, con ocasión de la posesión del alcalde Carlos Mario Gallo Machado, Héctor Evelio Zapata Yepes pronunció el que talvez sería su último discurso, el cual reproducimos como un homenaje a su memoria:

“Buenas noches:
Asistimos a los actos que constituyen la posesión de un alcalde elegido por el pueblo, figura constitucional que fortalece la autonomía de los pueblos.
Señor alcalde electo y su familia: hoy nos encontramos alrededor de la Iglesia, es decir, donde se encuentra la identidad, y por ello es preciso compartir con Aureliano Buendía en Cien Años de Soledad, “Dios es nuestro copartidario”.
Pero como queremos tener objetivos que nos ayuden siempre a mejorar en intereses comunes, por ejemplo, la calidad de vida (… no se entiende el audio).
Por ello, señor Alcalde:
Primero: Sea bien amigo de los 13 concejales porque Usted y ese equipo de ediles han sido de la confianza de las gentes que libremente votaron. Entonces, como dice la popular frase, no deben mirarse los unos a los otros, y viceversa, sino ambas instancias político-administrativas mirarse en la misma dirección.
Como estamos en un Estado Social donde la fuerza necesita del derecho y el derecho necesita de la fuerza, procure ser amigo del Ejército Nacional y de la Policía, sin desconocer la dignidad de la persona humana.
En tanto te sea posible, haz esfuerzos para que no haya más desplazados y, por el contrario, proponer un Acuerdo al Concejo Municipal que te faculte para buscar recursos y poder invitar a los desplazados, que son bastantes, para que regresen a las parcelas abandonadas y así ayudarles a que recuperen el sentido de pertenencia, que es parecido al derecho a la Vida, al derecho al trabajo, a la producción agrícola, pecuaria, forestal y minera.
Procura que se cuide con intensidad y responsabilidad el potencial hídrico de Ituango, que los que explotan la madera también siembren.
Cuando se concreten proyectos grandes de desarrollo económico y social, abrir las puertas, pero en continua comunicación entre profesores y alumnos, para que al final de una obra gigante no tengamos que parodiar las palabras de Marco Fidel Suárez en los Sueños de Luciano Pulgar: “El destino es progresar padeciendo”; que sea: “Progresar, progresando”. Y así los niños se acuesten a descansar temprano y se levanten con alegría, que es otra forma de rebelión contra la muerte.
Que el Alcalde sea el amigo del campesino que madruga a surcar la tierra, a prepararla para cultivar, a arar el agro, y es la persona que terminando la faena puede decirle a su familia “hoy aré lo que pude”.
Que en su Administración se vuelva a cuidar la producción rural para que no falte la aguapanela.
Que el Alcalde tenga buenas relaciones con los conductores, con esas voces morenas untadas de aceite, grasa y overoles, que nos enseñan a conjugar los verbos ir y venir y así se evita la conjugación de verbos tristes.
Que desde el inicio y hasta el final de tu Administración, los niños, los adolescentes, los adultos y los mayores, caminemos con la sonrisa que es dulce y nace del corazón, y no con sonrisas cerebrales y amargas.
Ituango, feliz 2008, Carlos Mario Gallo, buena suerte, Héctor Evelio Zapata, muchas gracias”.

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